viernes, 5 de febrero de 2021

LAS RELIGIONES

ADAN (y Eva) Nombre dado al primer nombre en la narración del Genesis (1:26);(7:25) como al prototipo de la humanidad entera; el nombre colectivo se convierte a aquí en un nombre propio ("Adán")
del primer hombre creado (Genesis 4:25) pero se aplica también a la pareja: los creo macho y hembra..
El les dio el nombre de Adán (Genesis 5:1-3).Esta raíz común indica el lazo que une al hombre tanto a la 
tierra como a la mujer. Textos babilónicos y ugaríticos , anteriores a la narración del Genesis describían también la aparición de la especie humana pero como creada por los dioses. La diferencia mas llamativa entre el "Genesis" y los relatos análogos del antiguo Oriente consiste en que la Biblia atribuye la creación a un solo dios.
Puede decirse, pues, que en un relato de forma mítica la Biblia desmitifica los antiguos mitos. Por otra parte, se dice solo del hombre a diferencia de todas las demás criaturas que Dios "insuflo en sus narices, aliento de vida y resulto el hombre ser viviente, y que Dios lo "modelo a su imagen y semejanza". Pero el prototipo del hombre cometió la primera falta, prototipo del pecado.
Toda su descendencia especifica, "la serie" humana, se vera marcada por este doble rasgo: un aliento divino la anima, el peso de la falta le arrastra al mal.
El espíritu surgió en la naturaleza pero con su anatomía surgió también el pecado. Invirtiendo los papeles, Jesucristo trae la salvación en vez  del pecado, difunde el Espíritu Santo en vez de un espíritu pervertido, funda la iglesia hacia la  reconquista del Paraíso perdido: con razón es llamado el segundo Adán en una magnifica antítesis en la que  San Pablo opone el Adán del "Genesis" al del Evangelio: " El primer hombre ,salido de la tierra; es terreno; el segundo viene del cielo...Del mismo modo que hemos revestido la imagen del hombre terreno revestiremos la imagen celeste". La antítesis de Eva será  la tradición cristiana la Virgen Madre: ante la mujer tentadora, aparece como la mujer "llena de gracia"
que, en vez de dar un si a satán, da un si al arcángel de la Anunciación y da al mundo al hijo de Dios encarnado.

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